Los cambios sociales y culturales que se vienen produciendo desde los años sesenta, abren espacios para reflexionar sobre las identidades de género hoy, incluyendo a la masculinidad y su transmisión a través del ejercicio paternal.
Durante años, lustros y décadas ya, se ha problematizado y discutido sobre diversas posiciones socioculturales que la mujer ha ocupado, especialmente a través de la corriente y las teorías de género que emergen a partir de la década de los sesenta, dando por sentado el lugar que los hombres ocupan en el entramado sociocultural. Este panorama cultural ha cambiado durante los últimos años, siendo pensar y discutir sobre el despliegue de nuevas masculinidades hoy.
De la mano de la identidad de género masculina va la paternidad, lugar privilegiado para pensar la transmisión y reproducción de la masculinidad, de generación en generación, de sujeto a sujeto. Nuevas masculinidades abren el espacio para reflexionar en nuevas formas de ejercer la paternidad, transmitiendo nuevas posiciones de los géneros para el hombre en la trama sociocultural de hoy.
Desde las primeras emancipaciones femeninas a partir de los años sesenta, la mujer ha adoptado nuevos roles tanto sociales y familiares como laborales. La posibilidad simplemente de optar por una separación o un divorcio o de ejercer un dominio sobre su propio cuerpo a través del control de la natalidad, ha permitido que la mujer se transforme obligando al género masculino a transformarse también, por lo tanto, la paternidad hoy, a través de las transformaciones de género, se ve sujeta a los efectos de las vicisitudes de la sociedad moderna: la crisis de la masculinidad desde el cambio cultural y las identidades femeninas o la aparición de configuraciones familiares atípicas. La masculinidad hoy se encuentra en un periodo transicional, que oscila entre la figura paterna completamente autoritaria y la posibilidad de ejercer diferentes tipos de masculinidades que se despliegan desde las nuevas transformaciones culturales. Si tradicionalmente la paternidad se ejercía a través de un ejercicio completamente autoritario hacia el resto de la familia, hoy involucra un acto de inclusión hacia el resto del sistema familiar, sin eludir su rol de figura de autoridad, pero escapando de los actos y acciones autoritarias. La paternidad hoy, como expresión de estas nuevas masculinidades, involucra la capacidad de criticar los antiguos modelos de género donde la figura masculina aparecía como actor privilegiado y hegemónico.
Así aparece como importante poder reflexionar sobre estas nuevas formas de ejercer la paternidad, ya que a través de ésta se transmitirá la identidad de género, haciendo que el pensar e interrogar los lugares tradicionales de la masculinidad se convierta en algo completamente necesario para dar pasos importantes en torno a una verdadera igualdad de género, con equidad en materia de derechos y deberes para el género femenino y masculino, y todo lo que hay entre medio.
Fuente: http://www.asociatividad.cl/ (Red para la acciòn por la no violencia Chilena)
Durante años, lustros y décadas ya, se ha problematizado y discutido sobre diversas posiciones socioculturales que la mujer ha ocupado, especialmente a través de la corriente y las teorías de género que emergen a partir de la década de los sesenta, dando por sentado el lugar que los hombres ocupan en el entramado sociocultural. Este panorama cultural ha cambiado durante los últimos años, siendo pensar y discutir sobre el despliegue de nuevas masculinidades hoy.
De la mano de la identidad de género masculina va la paternidad, lugar privilegiado para pensar la transmisión y reproducción de la masculinidad, de generación en generación, de sujeto a sujeto. Nuevas masculinidades abren el espacio para reflexionar en nuevas formas de ejercer la paternidad, transmitiendo nuevas posiciones de los géneros para el hombre en la trama sociocultural de hoy.
Desde las primeras emancipaciones femeninas a partir de los años sesenta, la mujer ha adoptado nuevos roles tanto sociales y familiares como laborales. La posibilidad simplemente de optar por una separación o un divorcio o de ejercer un dominio sobre su propio cuerpo a través del control de la natalidad, ha permitido que la mujer se transforme obligando al género masculino a transformarse también, por lo tanto, la paternidad hoy, a través de las transformaciones de género, se ve sujeta a los efectos de las vicisitudes de la sociedad moderna: la crisis de la masculinidad desde el cambio cultural y las identidades femeninas o la aparición de configuraciones familiares atípicas. La masculinidad hoy se encuentra en un periodo transicional, que oscila entre la figura paterna completamente autoritaria y la posibilidad de ejercer diferentes tipos de masculinidades que se despliegan desde las nuevas transformaciones culturales. Si tradicionalmente la paternidad se ejercía a través de un ejercicio completamente autoritario hacia el resto de la familia, hoy involucra un acto de inclusión hacia el resto del sistema familiar, sin eludir su rol de figura de autoridad, pero escapando de los actos y acciones autoritarias. La paternidad hoy, como expresión de estas nuevas masculinidades, involucra la capacidad de criticar los antiguos modelos de género donde la figura masculina aparecía como actor privilegiado y hegemónico.
Así aparece como importante poder reflexionar sobre estas nuevas formas de ejercer la paternidad, ya que a través de ésta se transmitirá la identidad de género, haciendo que el pensar e interrogar los lugares tradicionales de la masculinidad se convierta en algo completamente necesario para dar pasos importantes en torno a una verdadera igualdad de género, con equidad en materia de derechos y deberes para el género femenino y masculino, y todo lo que hay entre medio.
Fuente: http://www.asociatividad.cl/ (Red para la acciòn por la no violencia Chilena)
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